miércoles, 20 de marzo de 2013

¡Culos arriba!

Este blog ya tiene hasta telarañas, ¡madre mía!  Hoy por fin he sacado unos minutos... Espero poder tener más tiempo estas vacaciones para actualizarlo y darle un poco de vidilla.
Bueno, dejo aquí un texto de mi libro de castellano bastante interesante, por lo menos en mi clase ha triunfado jaja :)



La moda, tan arbitraria y caprichosa, ha subido las faldas a niveles de la salida de gases y ha bajado la cintura de los pantalones hasta cotas de medio muslo. Gracias a esta tendencia, la juventud ha podido lucir bragas y calzoncillos de marca, estampados de todo tipo o tangas atrevidos. Pero eso de mostrar la hucha –aquel nacimiento de las nalgas en que cabe una moneda– parece que se acaba: como no podía ser de otro modo, llega el inevitable rebote. Incapaces de poner la cintura más abajo de las rodillas, los diseñadores hacen trepar los pantalones nalgas arriba para que los abrochemos a una altura razonable. Los fabricantes de ropa interior tendrán que esperar un tiempo a recuperar protagonismo exterior y deberán conformarse con lucirse sólo en la intimidad, tal como habían hecho siempre.

Ahora llegan los pantalones ceñidos y altos, aunque no acaban de esconder las lorzas. Algunos fabricantes, además, aplican la tecnología wonder con efecto push up. Así se anuncian ya en los grandes almacenes. Traducido a un lenguaje sencillo habría que decir "pantalones levantaculos", por ejemplo, pero entonces entraríamos en el debate publicitario entre la elegancia lingüística y la claridad del mensaje.

Como una de las marcas que los comercializan se llama Salsa, el genio popular puede convertir ese nombre en un sinónimo de culito respingón, como los yogures Danone consiguieron –gracias a unas excelentes campañas publicitarias– hacer de la marca sinónimo de cuerpos impresionantes. Así pues, un culo bien puesto bien podría ser un culito con salsa, sin acabar de saber si nos referimos al ritmo tropical de los glúteos cuando el propietario camina o a la marca que lo enmarca, y también si es un culo original o tiene ayuda. Ya lo decía el gran Perich: el culo, una cosa tan cercana y tan lejana.

Los hispanos de Estados Unidos han encontrado la fórmula: "pantalones levantapompis" o "saca pompis". La solución es clara y elegante. Cabe recordar, además, que los hispanoamericanos consideran la palabra culo mucho más soez que los hablantes de este lado del océano. La palabra pompis es, pues, un buen recurso. Y también emplean "levanta cola", palabra que se utiliza en Argentina, Colombia y Uruguay.

El diccionario de la RAE cae en una especie de bucle cuando para definir el eufemismo cola remite a otro eufemismo: trasero. El trasero lleva a las nalgas y aquí acabamos. Ninguna referencia a culo, que es el conjunto de las dos nalgas y es la palabra, al menos en España, de uso general. Quizá, como decía Eugenio, habría que poner remedio diciendo las cosas por su nombre.


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