lunes, 14 de noviembre de 2011

Viejos maestros de la vida

Superamos en probabilidades de sobrevivir a los idiotas que, para disimular la ignorancia que arrastran por muy listos que sean o crean ser, se adornan con lo que no tienen, desconociendo lo mucho que puede aprenderse con una sonrisa, una pregunta adecuada seguida de un silencio humilde, una caña de cerveza o un vaso de vino pagados en el momento y lugar oportunos.

  

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