martes, 26 de julio de 2011

A veces perdemos cosas sin darnos cuenta,quizás todo sea por no decir lo que pensamos,o simplemente por hablar demasiado. Cuántas cosas dejamos pasar de largo, porque pensamos que no son para nosotros. Cuántas cosas dejamos de decir y nos callamos.Cuántas cosas estamos dispuestos a seguir perdiendo. ¿Cuántas?... mil, un millón... Perdemos cosas, amistades, momentos, tiempo, perdemos el único motivo para ser felices. Tememos perder, tememos amar, tememos necesitar, dejarnos llevar, tememos lo que está por venir, y tememos escribir, aunque sepamos que es la mejor manera expresar lo que sentimos. El miedo nos hace perder y el perder nos da miedo, puede que se vea como un juego gracioso de palabras, pero es algo que nos pasa a menudo, se nos presentan situaciones difíciles las cuales nos provocan temor, nos hacen dudar de nuestras capacidades a tal punto que nuestra confianza se esfuma , y eso es lo peor que nos podría pasar. Y seguimos perdiendo,en cada te quiero callado, por cada abrazo que no damos, en cada sonrisa guardada.



Porque no nos damos cuenta de la pérdida hasta que empezamos a sentir su ausencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario